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Principios básicos para vivir del entrenamiento personal

Escrito por Sara Cibanal | Jul 13, 2022 9:07:00 AM

Tú tienes claro que quieres ser entrenador personal, pero también quieres vivir de ello, lógicamente. ¿Puede ser tu pasión un negocio rentable? ¿Puedes tener tu propio negocio y que te compense?  

Es importante tener los pies en la tierra y saber cuáles son los pasos que tienes que dar para convertirte en aquello que quieres lograr. Sueños, sí; planes, también. 

👉 Vamos a ver los 5 principios básicos para vivir del entrenamiento personal y no arruinarte en el intento. 

Cómo vivir del entrenamiento personal 

1. Define tu objetivo 


Antes de realizar ninguna acción, deberías plantearte a dónde quieres llegar. Esta tarea parece fácil, pero es realmente muy compleja, porque tu objetivo debería estar muy bien definido. De hecho, la mayor parte de la gente fracasa porque no tiene un foco o lo pierde cuando empieza el camino. 

En nuestro Ebook sobre Marca personal hacemos mucho hincapié en la importancia de tener un plan, una finalidad para todo tu trabajo.  

Para arrancar, podrías plantearte estas preguntas: 

🤔 ¿Hacia dónde quieres ir? ¿Cuál sería tu empresa ideal? 
🤔 ¿Qué pasos vas a dar para conseguir ese objetivo? 
🤔 ¿Por qué quieres conseguirlo, cuál es tu motivación? ¿Qué otras prioridades tienes en la vida y cómo afectan al desarrollo de tu objetivo? 
🤔 ¿Por qué tus clientes deberían escogerte? ¿Qué valor estás aportando a la sociedad? 


Realmente, aunque no lo creas, todas las grandes empresas se hacen esas preguntas y tienen muy claras sus respuestas. Claro, por eso han llegado lejos. Así que una tarea para que vayas pensando con el café por la mañana es la respuesta a cada una de esas preguntas. 

 

2. ¿Cuál es tu plan? 


Genial, ya tienes tus respuestas y sabes qué quieres hacer en la vida. Eso es fantástico, pero ahora hay que ponerse manos a la obra y pensar CÓMO lo vas a lograr. Es decir, cómo vas a sacar dinero o monetizar esa pasión que tienes.  

Mala noticia: se vienen más preguntas y estas son casi más complicadas que las anteriores. Pero son suuuuuper necesarias, palabrita. 

¿Cómo definirías a tu cliente ideal? ¿Qué problemas tiene? 
❓¿Cómo puedes captar el interés de tu cliente? 
❓¿Qué puedes ofrecerle para llamar su atención y que te contacte? 
¿Cómo lo vas a motivar para que quiera entrenar contigo? ❓¿Cómo vas a lograr que confíe en ti como profesional? 
❓¿Cuál va a ser tu oferta de servicios? 
❓¿Cómo vas a lograr que tu cliente logre sus objetivos? 
¿Qué estrategia puedes establecer para que tu cliente te siga contratando y además te recomiende a terceros? 


Que igual piensas que son demasiadas preguntas y que no necesitas todo eso para empezar a entrenar a conocidos. Pero tarde o temprano necesitarás que tu negocio crezca y tener un plan consistente. Mejor te pones ya a ello, ¿no? 

3. Diferénciate del resto 


⚠️ Spoiler: si haces lo mismo que el resto de entrenadores, vas a competir por los mismos clientes con todos ellos. Y si tienen más experiencia que tú o más contactos... suerte. 

No queremos ser pesimistas, pero sí que tienes que tener claro qué valor aportas tú que no aportan los demás. Todos somos únicos y eso es una ventaja a la hora de montar tu propio negocio: en qué te diferencias del resto y cómo puedes poner eso en valor. 

Aquí entran en juego muchos factores: el núcleo poblacional al que te dirijas, el tipo de competidores que tengas a tu alrededor o tu propia experiencia de vida. 

Sea como sea, tómate un tiempo para descubrir qué te hace especial. Y si no se te ocurre nada, pregunta a tus clientes, amigos y conocidos. 

 

4. Invierte en tus relaciones sociales 


Dedica tiempo a conocer gente, hablar con gente y hacerte conocer. Cuando eres entrenador personal, un gran porcentaje de tu trabajo se basa en hablar y entender lo que necesitan tus clientes. También te darás cuenta de que te llegarán muchísimos clientes por recomendación de otros, así que cuanto “mejor caigas”, más clientes podrás tener.  

También es importante que te relaciones con más gente del sector, a ser posible gente que admires y que consideres superior a ti (profesionalmente hablando). Este tipo de relaciones te enriquecerá enormemente y además abrirá puertas a oportunidades de negocio en el futuro.

 

5. Innova constantemente 


Ser emprendedor conlleva un trabajo constante de renovación, porque todo cambia y tu negocio también debería cambiar. Esto incluye seguir formándote, utilizar herramientas tecnológicas que mejoren tu trabajo y enfrentarte a retos que te hagan crecer. 

Si en algún momento te relajas porque tu negocio “va bien”, es el momento de plantearte qué puedes mejorar, qué puedes aportar y cómo te puedes adaptar a las nuevas necesidades del mercado. 

¿Agotador? A veces. ¿Motivador? Siempre. Si te gusta tu trabajo y tus clientes están satisfechos contigo, lograrás sentirte realizado y disfrutar mientras te ganas la vida.