¿Sabías que se estima que cada instalación deportiva dedica entre 40.000 y 225.000 euros al año solo en energía? Ahora que los precios están subiendo sin parar, es importante prestar atención al consumo energético y llevar a cabo políticas de reducción de gastos en los gimnasios y negocios fitness.
Se estima que, de todos los gastos que tiene una instalación deportiva, el principal está destinado al personal (alrededor del 30-40%) y el siguiente serían los suministros, que ascienden al 25-30% del total.
Uno de los principales objetivos, tal y como está el precio de la energía en 2022, sería reducir al máximo los costes de la energía sin tener que perjudicar a los clientes.
Para ello, te proponemos las siguientes claves:
Hoy en día es fundamental que las instalaciones deportivas cuenten con un certificado energético lo más alto posible. En el caso de instalaciones antiguas, merece la pena plantearse si, aunque suponga una inversión inicial alta, a largo plazo estas mejoras pueden suponer un ahorro importante.
Estamos hablando de medidas como:
Muchas veces se dedican horas y horas a tareas de gestión que no aportan ningún valor estratégico al centro. Por eso, contar con tecnología que agilice los procesos es esencial. Al ahorrar tiempo en tareas que se pueden automatizar de forma sencilla, tu equipo puede dedicarse a:
Contar con un sistema de gestión del centro es esencial para analizar detalles tan básicos como cuáles son las instalaciones que más uso tienen, qué horarios son los más demandados y detectar cualquier anomalía de forma rápida.