En nuestro reciente webinar, discutimos tres estrategias cruciales para abrir gimnasios sin necesidad de una gran inversión inicial. A continuación, compartimos un resumen detallado de estas estrategias y cómo pueden aplicarse en diferentes contextos.
Una de las principales inversiones al abrir un gimnasio es la maquinaria, que puede representar entre el 30% y el 45% del capital inicial necesario. Las grandes cadenas de gimnasios han aprendido a financiar este costo a través de acuerdos con los proveedores. Esto se puede lograr mediante diferentes métodos de financiamiento, como leasing, renting, o acuerdos de pago a plazos con los proveedores de equipos.
Por ejemplo, en lugar de pagar 450,000 euros de inmediato para equipar un gimnasio de un millón de euros, se puede acordar un pago en cuotas a lo largo de tres años. Este enfoque permite que el capital inicial se utilice para abrir múltiples gimnasios en lugar de uno solo. Además, algunas empresas de maquinaria también ofrecen patrocinio, lo que puede reducir aún más los costos iniciales.
Otra estrategia clave es aliarse con inversionistas en bienes raíces que estén interesados en comprar y adecuar locales comerciales. Estos inversionistas se benefician de un contrato de alquiler a largo plazo (10-15 años) con el gimnasio, lo que les asegura una rentabilidad constante y estable.
El acuerdo puede incluir que el inversionista cubra el costo total de las adecuaciones necesarias para el gimnasio, como instalaciones eléctricas, fontanería, y otros gastos de obra. Este modelo permite que el gimnasio obtenga un local adecuado y listo para operar sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero para las adecuaciones iniciales.
Antes de invertir en la adecuación de un nuevo local, es crucial validar la demanda del mercado. Esto se puede hacer a través de estrategias de preventa. Una práctica común es colocar una lona en el local potencial con un código QR, invitando a las personas a preinscribirse. Adicionalmente, se pueden realizar campañas de marketing en redes sociales para medir la demanda.
Estableciendo una métrica de éxito, como obtener 500 pre-inscripciones, se puede tomar una decisión informada sobre si invertir o no en esa ubicación. Las preventas no solo validan la demanda, sino que también generan ingresos antes de la apertura oficial del gimnasio, lo que ayuda a financiar parte de los costos iniciales.
La implementación de estas estrategias requiere un enfoque meticuloso y una buena gestión de relaciones con proveedores e inversionistas. Aquí algunos pasos para poner en práctica estas estrategias:
Negociar con Proveedores:
Buscar Inversionistas en Bienes Raíces:
Validación de la Demanda:
Estas estrategias permiten minimizar la inversión inicial necesaria y maximizar el potencial de expansión rápida. Al aplicar estos métodos, incluso las nuevas empresas pueden competir en igualdad de condiciones con las grandes cadenas de gimnasios.
Estas estrategias no solo han sido probadas por grandes operadores de gimnasios, sino que también están disponibles para emprendedores en diferentes etapas de desarrollo.
La clave está en negociar inteligentemente, validar las hipótesis del mercado y mantener una visión a largo plazo para el crecimiento sostenible del negocio.
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