Si tus clientes no ven resultados, lo más probable es que dejen de pagarte.
Así de duro, pero así de real. Lo más importante en tu trabajo es que cada uno de tus clientes vea una progresión hacia sus objetivos y se sienta mejor consigo mismo.
Obviamente no depende 100% de ti: ellos tienen un papel importante. Sin embargo, tu trabajo sí que es concienciarles de qué es lo que afecta a sus cuerpos, por qué no están progresando como deberían o cuáles son sus verdaderos objetivos (y no los que ellos piensan).
Aquí tienes una serie de posibles motivos por los que tus clientes no ven resultados y si sigues leyendo te decimos también cómo solucionarlos. 👇🏻👇🏻👇🏻👇🏻
Este problema suele ser el más común. Tu cliente no tiene muy claro qué quiere conseguir realmente y tu trabajo es establecer unos objetivos que sean SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo).
Por lo tanto, un objetivo no puede ser “quiero adelgazar”, ya que es imposible medir si se está cumpliendo. Cambiarlo por “bajar el porcentaje de grasa corporal de un 25% a un 22% en tres meses” podría ser un objetivo medible y realizable.
Una vez que el objetivo esté definido y aprobado por ti y por tu cliente, es el momento de establecer un plan de acción para lograrlo. Y para ello es fundamental no caer en el siguiente error...
Hay muchas personas que están dispuestas a entrenar... pero no a comer sano o a reducir cantidades o simplemente a dejar de beber alcohol. Evidentemente, no puedes decirles que entrenar no sirve de nada (estarías mintiendo), pero también es fundamental hacerles entender poco a poco que, si no cambian sus hábitos alimentarios, no van a lograr verse bien.
Una de las mejores opciones es trabajar de la mano de un nutricionista para que les acompañe durante el proceso de entrenamiento personal y que vaya realizando pesajes con bioimpedancia cada 2 semanas. Una vez que los clientes vean que progresan, será más fácil que mejoren su adherencia.
Es genial empezar un entrenamiento, tener objetivos y un plan nutricional adaptado a tus necesidades, pero todo esto no sirve de nada si no lo mantienes. Esto tú ya lo sabes, pero tus clientes a veces no tienen tanta fuerza de voluntad como te gustaría.
A veces te tocará ser su “coach” y analizar por qué les cuesta tanto ir a entrenar y cómo puedes ayudarles con esta tarea. Por ejemplo, ofrecerles que completen algunos entrenamientos desde casa si tienen dificultades para acudir al centro deportivo o a vuestras sesiones puede ser una solución.
También es necesario facilitarles lo máximo posible el reservar y modificar las sesiones de entrenamiento personal, ya que a todos nos surgen problemillas de última hora.
No somos la solución a todos tus problemas... ¡pero sí a unos cuantos! Puedes mejorar la experiencia de tus clientes al contar con tu propia App en la que gestionar tu agenda, crear rutinas personalizadas con vídeos, llevar un control del progreso, registrar los pesajes y tener actualizada la ficha de tus clientes.
Pero lo más importante: vas a mejorar la experiencia que tiene tu cliente cuando te contrata. Siendo realistas, la mayoría de entrenadores personales todavía no cuentan con ninguna tecnología que apoye sus servicios, así que puede ser un factor diferencial que haga que tus clientes te valoren más y hablen mejor de ti a sus conocidos.
Te contamos más (si quieres) en una DEMO solo para ti.