El impacto de la actividad física en el cáncer
El día 4 de febrero se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer, así que queremos ahondar en este tema tratando algo que nos toca muy de cerca: cómo ayuda la actividad física a los pacientes de cáncer. Afortunadamente, hay muchísimos estudios sobre este tema, así que te traemos algunas de las evidencias más interesantes referentes a esta enfermedad.
Y si te apetece saber más sobre el cáncer y la actividad física, te recomendamos que escuches este episodio de nuestro podcast donde hablamos con Xavi Ibáñez, entrenador personal especializado en pacientes de cáncer. Xavi nos cuenta su experiencia, qué asociaciones existen para promover estas iniciativas, cómo ayudan los organismos sociales y casos reales donde la actividad física ha marcado la diferencia.
La actividad física como tratamiento para prevenir el cáncer
Empecemos un poco antes de la aparición de la enfermedad: la actividad física tiene un impacto positivo en nuestras vidas y puede ser una buena forma de prevenir la aparición de todo tipo de enfermedades, entre ellas el cáncer.
Según un estudio de Francisco López-Köstner y J.C. Zarate:
“La práctica del deporte ha evidenciado múltiples ventajas en el estado general de quienes lo practican y en relación al cáncer, se han realizado estudios que demuestran que la práctica deportiva es relevante en distintos niveles. A nivel celular el deporte disminuiría la activación de cascadas inflamatorias que están implicadas en el desarrollo de diversos tipos de cánceres, como el de pulmón, colorrectal, gástrico y pancreático entre otros. Además, a nivel de prevención existe una relación inversa entre actividad física y el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de colon. En pacientes oncológicos el ejercicio puede ser útil en la reducción de la fatiga y la depresión, y así contribuir a una mejor calidad de vida.”
Puedes consultar el estudio aquí.
La prescripción del ejercicio en el paciente con cáncer
En 2017 se publicó un estudio, de Uclés y Espinoza, en el que se habla precisamente de la importancia de prescribir actividad física a los pacientes de cáncer. Las conclusiones son claras:
“La promoción de la actividad física en la población con cáncer es uno de los componentes clave del tratamiento, por lo que es crucial aconsejarlo desde los oncólogos con el apoyo del resto del equipo interdisciplinario, que debería incluir un especialista en Medicina Física y Rehabilitación, así como acompañado de herramientas motivacionales para el ejercicio. El ejercicio supervisado tiene un efecto favorable comparado con el cuidado convencional. (…) El ejercicio después del diagnóstico de cáncer es una de las áreas de la rehabilitación del cáncer con sólida evidencia de eficacia, por lo que debe considerarse por los encargados de políticas públicas para su eficaz implementación.”
Puedes leer el artículo completo aquí.
Los efectos de la actividad física en pacientes con cáncer
El pasado 2022, César Pérez publicó su tesis hablando precisamente de qué efectos tiene la actividad física en pacientes con cáncer. Analiza los distintos tipos de actividad que se pueden prescribir, como actividad de fuerza o ejercicios aeróbicos, para ver el impacto sobre los pacientes de la enfermedad.
Según César, el cáncer “reduce significativamente el estado físico y mental de las personas que lo padecen, por lo tanto, el objetivo de esta revisión, es poder abstraer conclusiones sobre si los efectos de la actividad física, son beneficiosos para aquellas personas que sufren esta enfermedad en sus distintas variantes y estadíos. Con el fin de mejorar la calidad de vida de estas personas, que están tratando de superar la enfermedad, o ya la han superado. Una vez desarrollada la revisión, podemos sacar una serie de conclusiones a nivel general, como que el trabajo de fuerza es el más recomendable para pacientes en esta situación, así como el ejercicio aeróbico, con el fin de mejorar la resistencia, reducir la fatiga y aumentar otros parámetros de calidad de vida que se ven afectados.”
Finalmente, queremos citar un artículo publicado en Journal of Sport and Health Research en 2020 (Tejada-Medina, V; Franco López, G; Ventaja-Cruz, J), en el que se realiza una revisión de la literatura relacionada con este tema y se concluye que: “la literatura consultada muestra la viabilidad y la eficacia de los programas de intervención basados en la actividad física durante todas las etapas del tratamiento oncológico. Esta revisión trata de aportar información útil y relevante para los profesionales del ámbito médico, fisioterapeutas y profesionales en el deporte en cuanto a la prescripción del ejercicio físico en este tipo de pacientes. Futuros estudios, deberán determinar el potencial de estos programas complementarios, fomentando estrategias para lograr una buena adherencia a la actividad física”
Puedes leer el artículo completo aquí.
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